jueves, 16 de mayo de 2013

Más dudas

La ruina del puerto exterior de A Coruña
La paralización del proyecto de la china Beijing 3E, el freno de la mexicana Pemex a su inversión y el retraso del oleoducto de Repsol se unen al saco sin fondo del sobrecoste de Langosteira

La viabilidad del puerto exterior coruñés está cada vez más en entredicho tras las decisiones de dos de los principales grupos inversores de frenar o retrasar la construcción de sus plantas en la faraónica infraestructura de Punta Langosteira. El anuncio del pasado martes de la empresa china Beijing 3E de paralizar la construcción de una factoría de reciclaje de aceites en la rada coruñesa priva a la Autoridad Portuaria herculina de una inversión de 270 millones de euros y supone un duro mazazo a la operatividad de un equipamiento en el que ya se han enterrado mil millones de euros.

No en vano la instalación de la compañía china era uno de los grandes proyectos de Langosteira, anunciado hace un año con la firma de un convenio en el Palacio de la Moncloa entre el presidente del Puerto coruñés, Enrique Losada, y el representante de Beijing 3E para España, Marco Wang. Aquel preacuerdo ya establecía una posición cauta de la empresa, que "estudiaría" la construcción de la planta de reciclaje con la millonaria inversión. El plan parece haber caído en saco roto y aunque el Puerto coruñés habla de una paralización temporal debida a que Beijing 3E "no tiene confianza" en la economía española en este momento, lo cierto es que el impasse carece de fecha límite y Losada ni siquiera descarta que los asiáticos abandonen definitivamente el barco.

Pero el golpe en la línea de flotación de Punta Langosteira, una obra que arrancó hace ocho años con un presupuesto estimado de 400 millones y ya va camino de triplicarlo sin que esté garantizada su viabilidad, ha sido mucho más duro. Otro de los grandes proyectos anunciados, la instalación del gigante petrolero Pemex con una base logística para Europa en el puerto exterior, podría caer por la borda. De momento la empresa estatal parece no tener prisa. Su desembarco en Langosteira iba a arrancar este mismo año pero la obra se demorará al menos dos más. El escenario ha cambiado y en el mejor de los casos Pemex tardará en implantarse al menos tres años y medio, según reconoce el Puerto coruñés.

El motivo esgrimido para la demora es el cambio de Gobierno en México y en la cúpula de la petrolera, pero lo cierto es que el proyecto está en una fase muy primaria y puede tambalearse. Falta de entrada toda la tramitación ambiental y después el trabajo técnico de diseño de las instalaciones. De momento lo que hay es una concesión administrativa solicitada y un aval para la terminal. Visto que el Puerto se mostraba convencido en verano pasado de que no habría sorpresas y esta semana ha desvelado de sopetón una con un importante retraso, no semeja que la apuesta de Pemex por Langosteira esté blindada.

Tampoco va como se esperaba el traslado de Repsol a la costosa infraestructura. Aunque el presidente del Puerto coruñés señaló el martes que existe un "acuerdo verbal" con la petrolera, no es seguro que al menos a corto plazo se vaya a eliminar el oleoducto de la ciudad que la compañía energética utiliza para cargar y descargar crudo y productos refinados. Las negociaciones arrancaron en 2009 y todavía no se ha formalizado por escrito el acuerdo. Losada tampoco ha querido definir el coste de la operación ni las fechas para el traslado.

El actual oleoducto desde el puerto sería eliminado, según el preacuerdo, y Repsol construirá otro desde la refinería hasta Punta Langosteira. Tanto la descarga de crudo, que representa el 56% del total de mercancías que mueve la petrolera en el puerto coruñés, como la de productos de refino, se harían a través de la nueva conducción. Sin embargo, en una primera fase solo se transportaría el crudo y los términos en que se cargarán y descargarán los demás combustibles no están aún definidos. 
Fuente: Faro de Vigo

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