martes, 23 de diciembre de 2014

Autoproducción

El Ibex sale al rescate del astillero público

Las grandes empresas del Ibex se han lanzado al rescate de los astilleros públicos con la adjudicación de grandes contratos a Navantia, que se traducen en carga de trabajo en los centros de trabajo de Ferrol y Cádiz y alivian la situación crítica en la que se encontraba la compañía hace unos meses por la falta de pedidos.

La última empresa en contratar los servicios de Navantia ha sido Iberdrola, que ayer firmó la adjudicación de contratos por un importe de 160 millones de euros al grupo industrial público para realizar diversos trabajos para su plataforma eólica marina de Wikinger, a 75 kilómetros de las costas alemanas.

Las adjudicaciones contemplan la construcción de 29 estructuras de anclaje y una plataforma de la subestación marina del parque alemán. Los trabajos dotarán a cada uno de los astilleros de Navantia de 640.000 horas de trabajo y darán empleo a más de 700 personas en los momentos de más trabajo.

Otra de las empresas que ultima una gran adjudicación a los astilleros es Repsol, que prevé encargar a Navantia la construcción de dos buques por un importe de 60 millones de euros. El concurso convocado por la petrolera señala como condición ineludible del contrato que las embarcaciones se fabriquen en España.

Por otro lado, el próximo año los astilleros públicos de Cádiz comenzarán a construir un buque metanero para Gas Natural Fenosa, según anunció hace unos meses en rueda de prensa el presidente de la Sepi, Ramón Aguirre. La empresa gasista aceptó negociar con Navantia la construcción de una embarcación tras haber encargado cuatro buques similares a astilleros asiáticos por sus mejoras tecnológicas y en costes, según la empresa.

Pero el sector privado no ha sido el único que ha acudido al rescate de los astilleros. El Gobierno aprobó el pasado mes de mayo adelantar la construcción de dos buques de defensa con un presupuesto de 400 millones de euros para dar carga de trabajo urgente a los centros de Cádiz y Ferrol. Por su parte, la petrolera mexicana Pemex -de propiedad estatal- adjudicó a Navantia la construcción de un flotel.

Los astilleros de Navantia no son los únicos que han atravesado una situación crítica en los útimos meses. El conjunto del sector en España ha sufrido la paralización de contratos después de que la Comisión Europea invalidara el antiguo sistema de ayudas fiscales a la construcción al considerarlo una ayuda estatal. Esta situación obligó a Industria a elaborar un nuevo sistema, que ha provocado la reactivación del sector con el encargo de nuevos pedidos por un importe de 309 millones de euros.

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