Un buque del CSIC rescata a 194 inmigrantes en el Mediterráneo
El oceanográfico Santiago de Gamboa regresaba de una campaña en el Mar Negro y fue alertado por las autoridades italianas
La capitán del barco español: "Más de la mitad son mujeres y niños"
La capitán del barco español: "Más de la mitad son mujeres y niños"
El buque oceanográfico Sarmiento de Gamboa, perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha rescatado en la tarde de este martes a 194 refugiados sirios que se encontraban a bordo de una barcaza a la deriva en el Mediterráneo, en aguas entre Sicilia y Grecia, según ha confirmado el coordinador del CSIC en Roma, Fernando García Sanz.
El Sarmiento de Gamboa, que se dirigía a su base en Vigo después de una campaña en el mar Negro, recibió la petición de auxilio de parte de las autoridades italianas y enseguida se dirigió a la zona del naufragio. Allí se encontró con una fragata islandesa que, a su vez, se hizo cargo del salvamento de otras 214 personas que también se encontraban en la barcaza. Una vez realizado el trasbordo, el buque del CSIC navega en estos momentos rumbo al puerto de Augusta (Sicilia), distante unas 10 horas de navegación, con los inmigrantes a bordo.
Según el relato de la capitán del buque español, María Ángeles Campos, una vez recibido el aviso se dirigieron al punto señalado, a tres horas de navegación. Nada más llegar, y siguiendo las instrucciones de una patrullera de la Guardia Costera de Islandia, subieron a los casi dos centenares de personas a bordo: entre ellas, 61 niños y 54 mujeres. Según los testimonios de los rescatados, llevaban unos 10 días en el mar, seis de ellos a la deriva, y habían pagado a los traficantes unos 6.000 euros cada uno para que los llevaran a las costas de Italia.
El rescate se produce en un momento especialmente delicado para las operaciones de salvamento en el Mediterráneo. Hace un año y dos meses, los dos naufragios sucesivos frente a la isla de Lampedusa y la falta de respuesta de las autoridades europeas llevaron al Gobierno de Italia, presidido en aquel momento por Enrico Letta, a implicar a la Marina Militar en una operación, bautizada Mare Nostrum, para evitar en lo posible que se repitieran desgracias como aquella.
Durante este año, la operación Mare Nostrum ha logrado rescatar del mar a 150.000 personas y detener a 330 traficantes. Una gran tragedia que se ha evitado gracias a una inversión mensual de nueve millones de euros y a la implicación de las autoridades italianas. Pero ahora, la Unión Europa (UE), que hasta el momento solo había tenido una aproximación teórica al problema, ha puesto por fin en marcha un dispositivo propio de salvamento llamado Tritón. La cuestión que preocupa es que Tritón solo tiene un presupuesto de 2,9 millones de euros y, sobre todo, sus buques no tienen ni la autorización para acercarse a las costas de Libia ni tampoco la envergadura necesaria para salvamentos masivos. En esta ocasión, la presencia casual en la zona del buque oceanográfico español Sarmiento de Gamboa y de la fragata islandesa han evitado otra gran tragedia.
El Sarmiento de Gamboa, que se dirigía a su base en Vigo después de una campaña en el mar Negro, recibió la petición de auxilio de parte de las autoridades italianas y enseguida se dirigió a la zona del naufragio. Allí se encontró con una fragata islandesa que, a su vez, se hizo cargo del salvamento de otras 214 personas que también se encontraban en la barcaza. Una vez realizado el trasbordo, el buque del CSIC navega en estos momentos rumbo al puerto de Augusta (Sicilia), distante unas 10 horas de navegación, con los inmigrantes a bordo.
Según el relato de la capitán del buque español, María Ángeles Campos, una vez recibido el aviso se dirigieron al punto señalado, a tres horas de navegación. Nada más llegar, y siguiendo las instrucciones de una patrullera de la Guardia Costera de Islandia, subieron a los casi dos centenares de personas a bordo: entre ellas, 61 niños y 54 mujeres. Según los testimonios de los rescatados, llevaban unos 10 días en el mar, seis de ellos a la deriva, y habían pagado a los traficantes unos 6.000 euros cada uno para que los llevaran a las costas de Italia.
El rescate se produce en un momento especialmente delicado para las operaciones de salvamento en el Mediterráneo. Hace un año y dos meses, los dos naufragios sucesivos frente a la isla de Lampedusa y la falta de respuesta de las autoridades europeas llevaron al Gobierno de Italia, presidido en aquel momento por Enrico Letta, a implicar a la Marina Militar en una operación, bautizada Mare Nostrum, para evitar en lo posible que se repitieran desgracias como aquella.
Durante este año, la operación Mare Nostrum ha logrado rescatar del mar a 150.000 personas y detener a 330 traficantes. Una gran tragedia que se ha evitado gracias a una inversión mensual de nueve millones de euros y a la implicación de las autoridades italianas. Pero ahora, la Unión Europa (UE), que hasta el momento solo había tenido una aproximación teórica al problema, ha puesto por fin en marcha un dispositivo propio de salvamento llamado Tritón. La cuestión que preocupa es que Tritón solo tiene un presupuesto de 2,9 millones de euros y, sobre todo, sus buques no tienen ni la autorización para acercarse a las costas de Libia ni tampoco la envergadura necesaria para salvamentos masivos. En esta ocasión, la presencia casual en la zona del buque oceanográfico español Sarmiento de Gamboa y de la fragata islandesa han evitado otra gran tragedia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario