El astillero pujó en el concurso para la cubierta del nuevo San Mamés
La Naval explora opciones en el área de estructuras metálicas de la construcción
La compleja situación que atraviesa el emblemático astillero
sestaoarra ha obligado a sus propietarios a buscar nuevas líneas de
negocio. Ahora suena con fuerza la opción de fabricar estructuras
metálicas para la construcción y en esa línea, La Naval pujó sin éxito
en el concurso de la cubierta del nuevo San Mamés. Al parecer, su oferta
tenía un elevado precio debido a las adaptaciones que era necesario
realizar en las instalaciones.
La licitación se resolvió el pasado 27 de enero y en el lote
se incluían otras actuaciones como la cimentación de la fase 2 de la
obra del nuevo campo del Athletic o la estructura metálica de la
fachada. El contrato se lo adjudicó una UTE por un valor de 29,4
millones de euros IVA excluido. Según el calendario de ejecución de San
Mames Barria el inicio de la fabricación de la cubierta arrancará en
julio de este año, justo en el momento en el que concluye el expediente
de regulación de empleo actualmente en vigor.
El tiempo de trabajo estimado ronda los seis meses, justo el
periodo que se han alargado los cuatro eres encadenados desde abril de
2010.
Los sindicatos consideran que esa línea de negocio no es
sólida. Las instalaciones del astillero y los trabajadores están
preparados para construir barcos y no entramados metálicos. En ese
campo, sostienen, hay decenas de empresas punteras en Bizkaia y no es
posible competir en precio. Y añaden que seguramente tampoco en calidad.
UNA "OCURRENCIA" Es la
última "ocurrencia" de la dirección para mitigar la falta de trabajo,
afirman desde los sindicatos. Antes sonaron con fuerza otras opciones,
como la remodelación de las instalaciones para fabricar molinos eólicos.
Esa opción fue firmemente apoyada por el consejero de Industria,
Bernabé Unda, ante los propios representantes de los trabajadores en las
reuniones que han mantenido desde que estalló la crisis en el astillero
vizcaíno.
"Todo son palabras vacías. Lo único real es que en La Naval no
hay trabajo, hay un ERE y la empresa nos dirá en breve que no hay más
remedio que activar otro", sostienen desde el comité. En su opinión, a
la dirección "le ha venido muy bien" la anulación del sistema de
financiación naval del Estado para "enmascarar su incapacidad" a la hora
de contratar nuevos buques.
"Hace unos meses ni habíamos oído hablar del tax lease y
tampoco había carga de trabajo. Realmente su anulación no ha cambiado
gran cosa aquí", indican. Recuerdan en este sentido el buque atunero
contratado el mes pasado por Astilleros Zamakona, en Santurtzi. O un
poco más lejos, en Asturias, el acuerdo para fabricar 14 remolcadores
cerrado por Armon a finales del año pasado.
La dirección, en ese sentido, defiende que La Naval está
especializada en barcos de mayor tamaño y precio y que es en ese
segmento alto del mercado donde se está resintiendo más la actividad por
culpa de la crisis y de la tensión añadida del bloqueo del tax lease.
La empresa mientras tanto no renuncia a ninguna posibilidad de
negocio. De hecho, recuerda que el proyecto de construcción del barco
que instala molinos de viento en el mar está concluido y es válido.
Insistirá además en la búsqueda de proyectos en el sector de las
construcción y espera salir reforzada de la crisis con una reorientación
y diversificación del negocio.
Fuente: Deia
No hay comentarios:
Publicar un comentario