La red de venta de títulos náuticos tenía un falsificador de DNI para suplantar a aspirantes
Dos ingenieros navales resolvían el examen desde la casa del principal implicado y daban las respuestas por los micrófonos
La red de venta fraudulenta de títulos náuticos desmantelada el pasado sábado en Valencia disponía, además, de un falsificador de DNI para suplantar a algunos de los aspirantes a navegar embarcaciones y yates que pagaba por no presentarse siquiera al examen. La investigación iniciada el pasado mes de noviembre por el grupo de Patrimonio de la Guardia Civil de Valencia ha permitido no sólo desmontar la trama que copiaba y resolvía los exámenes, sino también la de falsificación de los carnés de identidad.
De hecho, de los dos detenidos que ingresaron ayer en prisión tras declarar ante la juez de Instrucción número 8 de Valencia, uno es el presunto cabecilla de la red y director de la escuela náutica a través de la cual se orquestaba el fraude, Juan José V. C., y el otro es un impresor de Alzira, José Javier P. S., que, al parecer, falsificaba los DNI en sus instalaciones.
De hecho, en la sede de la imprenta, ubicada en un polígono de Alzira y que fue registrada el sábado por la Guardia Civil al mismo tiempo que la escuela náutica y el domicilio de Juan José V. C., los investigadores recuperaron las planchas que habían servido para falsificar los documentos y otros elementos de prueba que ayer le fueron entregados a la juez.
De las investigaciones realizadas por la Guardia Civil, y que concluyeron el sábado con la detención de 24 presuntos implicados, entre ellos el tricampeón de motociclismo Dani Pedrosa, tal como adelantó ayer Levante-EMV, se deduce que la trama dirigida desde la escuela náutica de la calle la Reina, en Valencia, disponía de una auténtica carta de precios en función de los servicios contratados.
Carta de precios
Así, el aspirante a marino pagaba según sus pretensiones. La legislación española estipula que los distintos títulos que habilitan para el pilotaje de embarcaciones de recreo a motor y/o vela se han de obtener progresivamente. Esto es , se empieza por el más básico -patrón de embarcaciones de recreo (PER)-, se continúa por el intermedio -patrón de yate (PY)- y se culmina con el máximo -capitán de yate (CY), que faculta para llevar embarcaciones de recreo sin limite de eslora ni distancia de navegación-.
Además, había dos modalidades: pagar únicamente por la resolución del examen, pero acudiendo personalmente al mismo -como en el caso de Dani Pedrosa y nueve aspirantes más del examen del sábado-, que era la tarifa más económica -entre 2.500 y 3.000 euros-; o bien facilitando los datos del DNI para que la organización pudiera falsificarlo y acudiese a la prueba un "suplantador" cuya foto era insertada en el documento fraudulento, servicio por el que se pagaba exactamente el doble -entre 5.000 y 6.000 euros-. Eso, por lo que respecta a la titulación básica, la de PER.
Conforme crecía la dificultad de los exámenes, se incrementaba el precio. Así, lo más caro era el paquete completo que incluía aprobar los tres títulos y con suplantación.
Días antes del examen, el aspirante acudía o bien a la escuela náutica, o bien al domicilio del cabecilla y era instruido en la colocación del dispositivo: un pequeño receptor pegado al cuerpo con cables y con un microauricular a través del cual recibiría las respuestas a las preguntas. El mismo día de la prueba se repetía la operación y desde ahí, se iban al aula de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV).
Más de mil euros por examen
Dos ingenieros navales -un hombre y una mujer, que podían cobrar más de 1.000 euros por examen- respondían a las preguntas desde el centro de operaciones: el chalé del cabecilla. La Guardia Civil los sorprendió in fraganti. En el domicilio fueron detenidos también el presunto cabecilla y su novia, y fue incautado el abundante material de ultimísima tecnología.
Además de esos cuatro arrestados, fueron apresados en Alzira el presunto falsificador de DNI y en la Politécnica, el resto de supuestos implicados hasta 24: nueve suplantadores con los DNI falsificados de otros tantos aspirantes que pagaron por no ir al examen -que cobraban entre 300 y 400 euros por prueba realizada- y diez aspirantes sorprendidos rellenando el examen con el "pinganillo" en la oreja, como es el caso de Pedrosa.
Ésos diez detenidos quedaron en libertad y a disposición de la juez tras declarar el sábado ante los agentes de la Guardia Civil, ya que únicamente se les imputa un delito de estafa, mientras que los restantes 14 pernoctaron en los calabozos de la Comandancia de Valencia y de otros cuarteles próximos all cap i casal el sábado y el domingo, y a última hora de la mañana de ayer fueron trasladados a la Ciudad de la Justicia.
Dos ingresaron en prisión y el resto quedaron en libertad con cargos, y algunos de ellos con la obligación de comparecer periódicamente. La investigación aún no ha sido dada por concluida.
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