Repsol aplaza el litigio por YPF a la espera de un acuerdo con Argentina
Repsol se va a dar un margen de tiempo antes de recurrir a un tribunal arbitral la expropiación de YPF, que podría presentar a partir del 10 de noviembre. La petrolera no quiere poner trabas a la posiblidad de un acuerdo de indemnización con Argentina.
El próximo 10 de noviembre termina el plazo de seis meses que Repsol debe respetar antes de acudir a un arbitraje internacional en el Ciadi (organismo del Banco Mundial para resolver las desavenencias en los acuerdos bilaterales de protección de inversiones) por la expropiación de su filial argentina YPF. El acuerdo (o Appri) hispano argentino exige que, antes de solicitar un arbitraje, la empresa perjudicada intente llegar a un acuerdo con las autoridades locales, si bien, no exige ni siquiera que haya contactos entre las partes. Algo que es lo que prácticamente ha ocurrido en este caso.
A partir de ese día Repsol tendrá las manos libres para reclamar ante el Ciadi la formación de un tribunal arbitral que juzgue la expropiación de YPF. Sin embargo, la petrolera no se va precipitar iniciando el proceso al día siguiente, sino que elegirá "el momento que más nos interese", indican en la compañía. Según otras fuentes, detrás de esta espera subyace la intención de no poner trabas a un posible acuerdo negociado para indemnizar a Repsol por la expropiación de YPF, que se estaría gestando.
En este sentido, añaden las mismas fuentes, Repsol no quiere entorpecer el desarrollo de la Cumbre Iberoamericana que se celebrará en Cádiz el 12 de noviembre, coincidiendo con el año del bicentenario de la Constitución de 1812, a la que, por cierto, aún no ha confirmado su asistencia Cristina Fernández de Kirchner. Esto no quiere decir, según fuentes empresariales, que exista la posibilidad de cerrar algún acuerdo a corto plazo. Tampoco falta la interpretación inversa, esto es, que la petrolera española no presentará la demanda para evitar que Kirchner justifique así una hipotética ausencia de la Cumbre gaditana.
Sea como fuere, Repsol tiene varios años para iniciar un pleito en el Ciadi, cuya tramitación se prolongaría también en otros dos o tres años como mínimo. Sería, de presentarse, el mayor litigio de la historia de ese organismo.
De los contactos que directa o indirectamente han mantenido la petrolera en Argentina se desprende que el Gobierno de Kirchner estaría dividido entre quienes están dispuestos a negociar un pacto y quienes no. Pero cualquier tipo de acuerdo pasa por la intervención de los dos Gobiernos, con grandes dosis de diplomacia.
La reciente decisión del Gobierno de levantar el veto a las importaciones del biodiésel argentino (que ha sido aplaudida públicamente por el propio presidente de Repsol, Antonio Brufau) ha sido interpretada como una invitación al acuerdo. También hay quien considera que esta medida, que el Gobierno dice haber aplicado para evitar una subida del precio de los carburantes, solo responde al temor del Ejecutivo de Mariano Rajoy a las represalias de Bruselas.
Entre los múltiples rumores, circula insistentemente uno que Repsol desmiente rotundamente: que Kirchner ha puesto como condición para negociar que se proceda antes un relevo en la presidencia de la empresa española.
Fuente: Cinco días
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