domingo, 4 de noviembre de 2012

En negro

´En la pesca hay mucha mano de obra barata, sin contrato ni formación´
"El puerto de A Coruña es uno de los que registra más casos de barcos que no respetan a sus trabajadores". "En Galicia las capitanías son sensibles a los problemas de la tripulación"

Muchos de los trabajadores de los barcos que arriban a los puertos gallegos proceden de países con mano de obra barata, sin controles, y muchas veces sin contrato ni la formación adecuada. Es por eso que la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) se ha metido de lleno en la defensa de las condiciones de trabajo de esta tripulación, que en ocasiones rozan la esclavitud. Los inspectores esperan que la situación mejore con la próxima entrada en vigor del convenio sobre trabajo marítimo de la OIT

Luz Baz es inspectora del Departamento Especial de Marinos de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte (ITF) y es la primera mujer que ocupa este puesto en España. Desde enero de 2006 ella es la encargada de revisar que las condiciones de trabajo y los derechos de los marinos que llegan a los puertos de Galicia y Asturias se respeten.

-¿Tiene mucho trabajo últimamente? ¿Recibe muchas llamadas?

-Cuando empecé hubo varios casos de tripulaciones y barcos abandonados. En Galicia, desde 2010, la situación está un poco más tranquila. Eso no quiere decir que las cosas hayan mejorado, aunque los abandonos no se están dando aquí. Pero sí que hay trabajo; todas las semanas hay problemas.

-¿Cómo es posible que no haya abandonos en época de crisis?

-A veces son casualidades. Ahora los abandonos están tocando en otras zonas: en el sur, en Canarias, en Bilbao... Pero aquí no y ¡toco madera! Aquí sigue habiendo muchas reclamaciones por parte de los marinos y hay temas preocupantes.

-¿Por ejemplo?

-Impagos y retrasos salariales, las repatriaciones tras cumplir el contrato, condiciones laborales subestándar de tripulantes... En la pesca hay contratos por 200 y 250 dólares al mes para trabajo de 24 meses; una miseria. Los barcos que sufren ataques de piratería tienen que recibir compensaciones de acuerdo con los convenios laborales y a veces hay problemas para cobrarlas. Las cantidades son bastante ridículas: dos meses de salario base y ha habido problemas para algún gallego, que tuvo que esperar casi un año para cobrar esto.

-Ahora la ITF está metida en temas de pesca, cuando antes no estaba muy involucrada. ¿Cómo lo lleva?

-Antes no estaba muy metida porque no había mano de obra extranjera como ahora. Estoy llevando temas de reclamaciones de tripulantes de barcos pesqueros, y ahí las condiciones son más dramáticas que en la marina mercante.

-¿Por qué?

-Hay menor control a nivel normativo internacional que en la marina mercante. En agosto de 2013 va a entrar en vigor el convenio sobre trabajo marítimo de la OIT, que es muy importante. En la pesca se está trayendo a muchos trabajadores de países con mano de obra barata, sin controles; muchas veces sin contrato y sin la formación adecuada. Esto hace más difícil perseguir al deudor real. Hay también muchas agencias de embarque de dudosa legalidad.

-¿Cuáles son los aspectos más relevantes de ese convenio?

-Va a suponer ciertas competencias a las capitanías, en casos extremos que afectan a las tripulaciones ellas podrán detener los barcos. El convenio también considera marinos a todos los tripulantes del barco. Es un convenio de mínimos, no va a ser la panacea.

-¿Modifica las tripulaciones mínimas?

-Esto quien efectivamente lo regula son los estados de bandera, pero espero que se llegue a modificar. Afecta no solo a las condiciones laborales y sociales de la tripulación, sino también a la seguridad marítima en general.

-¿Se cumplirá el convenio?

-El éxito o la mejora dependen de la aplicación de las normas. Encontrar unos estándares a nivel internacional y que se cumplan igual en todos los países es difícil.

-¿Tan mal está la situación?

-Cuando me llaman los tripulantes porque hay problemas, trabajan para empresas que no funcionan bien. Hay un porcentaje elevado de barcos que no cumplen los estándares mínimos con las tripulaciones, pero también hay compañías buenas y serias.

-Pero todos juegan en el mismo mercado...

-Claro, es injusto para las firmas que se preocupan por la tripulación y velan por los estándares de sus buques y flotas. Juegan con desventaja. Hacen frente a unos gastos mayores que repercuten en su propia flota.

-¿A qué países pertenecen los buques que dan más problemas?

-El problema son las banderas de conveniencia, que no cumplen los estándares. Hay un gran número de informes con deficiencias de Antigua y Barbuda, Barbados, Bolivia, Belice, Islas Comoros, Jamaica, Liberia... En muchos casos se trata de navieras europeas cuyos barcos están abanderados en estos países y no existe un vínculo real entre el armador y la bandera. Las tripulaciones no son ni de un lado ni de otro; suelen ser de Filipinas, rusos, polacos, lituanos, de Sudamérica... Mano de obra barata. En la pesca son sobre todo indonesios.

-¿A los puertos gallegos llegan muchos barcos en los que no se respeta a la tripulación?

-Sí, pero es una cosa generalizada en el transporte marítimo. Depende también del tipo de tráfico, del barco... Hay puertos gallegos que se exponen más que otros a estos problemas. El puerto de A Coruña es uno de los que registra más casos por el tipo de tráfico que hay.

-¿Qué habría que hacer para mejorar la situación?

-Lo ideal sería que mandase el sentido común en vez de los principios económicos estrictamente, combinar un poco los dos. Es un sector globalizado y la competencia es brutal; entonces donde se afinan las diferencias en los gastos de las empresas es en ahorrar de los costes de tripulación, porque otros son fijos. La manera de mejorarlo es con una legislación internacional fuerte, para lo que tiene que haber un control riguroso

-¿Y el que hay ahora no lo es?

-Hasta ahora en toda la comunidad marítima quien velaba por los intereses sociolaborales de la tripulación era la ITF. Hay controles de las administraciones, pero no todos los países son tan rigurosos.

-¿En España lo son?

-Quedan pocos barcos de bandera española. En el caso de Galicia las capitanías marítimas han sido siempre sensibles a los problemas de la tripulación. A mí siempre me han ayudado y me han escuchado como representante de la ITF para buscar una solución a los problemas de los marinos cuando los barcos están en sus puertos. A partir de ahora espero que entre todos busquemos la mejor solución, no solo la ITF. Es la única manera de que se mejoren las condiciones de los trabajadores del mar, porque toda la sociedad se beneficia de su trabajo.

-En una ocasión afirmó que las condiciones de la tripulación en muchas navieras rozan la esclavitud. ¿Sigue siendo así?

-Sí, sobre todo en la pesca, es donde peores condiciones hay.

-Con la entrada en vigor del convenio de la OIT y la mejora de las inspecciones. ¿2013 será un año mejor para estas tripulaciones?

-Estamos tratando de ponernos al día para cuando el convenio entre en vigor. No creo que vaya a tener un efecto inmediato pero las condiciones de los trabajadores van a mejorar, lo que no es muy difícil. Lo ideal sería que los marinos tengan unas condiciones ya no buenísimas, sino dignas. El capitán tiene muchísima responsabilidad pero menor capacidad de decisión que hace años. Es lo que le pasó a Mangouras, es el único que está sentado en el banquillo y no los responsables de la empresa, por ejemplo. 

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