Chile y Uruguay desoyen a Londres y se niegan a abrir sus puertos a la flota de las Malvinas
La postura de Montevideo "no ha cambiado un ápice" y cumplirá el pacto "a rajatabla"
Chile y Uruguay mantienen invariable la prohibición de acceso a sus
puertos para los buques que enarbolen pabellón de las islas Malvinas,
una medida que afecta a 18 barcos pesqueros de sociedades mixtas
constituidas con socios malvinos por empresas pesqueras gallegas, de
Vigo y O Morrazo. Así lo precisaron en las últimas horas los gobiernos
de Santiago y Montevideo, desmintiendo así al canciller británico,
William Hague, quien había asegurado el día anterior que estos dos
países habían desactivado el bloqueo acordado el pasado mes de diciembre
por los presidentes del bloque Mercosur –Brasil, Argentina, Uruguay y
Paraguay– con apoyo de sus asociados de Unasur, entre los que está
Chile.
"El Ministerio de Relaciones Exteriores debe precisar que Chile continuará aplicando, conforme al Derecho Internacional y a la legislación chilena, las medidas destinadas a impedir que embarcaciones que naveguen con la bandera de las Islas Malvinas ingresen a los puertos nacionales", indicó el gobierno que preside Sebastián Piñera, a través de un comunicado, tal como recogían ayer medios locales, que también daban cuenta de la ratificación del acuerdo de Mercosur por parte del gobierno uruguayo. A través de su Ministerio de Relaciones Exteriores, señalaba el Ejecutivo que preside José Mújica que "la posición de Uruguay sobre las reivindicaciones argentinas respecto de las Malvinas no ha cambiado en un ápice. De ninguna manera podemos aceptar buques con la bandera de Malvinas en nuestro puerto". Asimismo, se indicaba que "Uruguay suma su voz a la de otros países de la región y del mundo que exhortan al Reino Unido a escuchar los llamamientos de la Asamblea General de las Naciones Unidas para reanudar el diálogo con Argentina sobre el tema y avanzar así en la solución definitiva de esta larga y penosa controversia".
En paralelo y tal como recogía ayer el diario argentino "Clarín", el embajador itinerante uruguayo, Julio Baráibar, señaló que "la medida de no dejar entrar barcos con banderas de Malvinas se va a llevar adelante a rajatabla" y añadió que "lo que claramente no podemos hacer es cerrarle la puerta a los barcos que quieran amarrar con bandera británica o e alguna otra nación. No podemos hacerlo nosotros ni lo va a hacer ningún otro país de la región".
Precisamente, la autorización a operar en los puertos sudamericanos a los buques con pabellón británico –nunca cuestionada por Mercosur ni Unasur– se perfila como una de las posibles soluciones a las que podrían acogerse los armadores gallegos para posibilitar el acceso de sus barcos a los puertos de la región y, con mayor interés, al uruguayo de Montevideo, que desde hace más de dos décadas usan como base de operaciones esta flota y la española que faena en el Atlántico Suroccidental.
Fuentes del sector consultadas por este diario apuntaban como salida factible a la actual situación el cambio de bandera –la malvina por la británica– para poder acceder al puerto de Montevideo y todos los de la región. Tal posibilidad está planteada desde el inicio del contencioso suscitado por el acuerdo de Mercosur. Es una decisión, sin embargo, que deberá adoptar cada empresa afectada, indicaron las fuentes.
Por su parte, el ministro argentino de Exteriores, Héctor Timerman, confirmaba que Brasil, aunque no emitió un pronunciamiento oficial sobre el asunto, también dio su respaldo a Buenos Aires. También el presidente de Bolivia, Evo Morales, expresó su apoyo al gobierno argentino en su reclamación de soberanía sobre las islas y rechazó el "chantaje" del canciller británico a los países sudamericanos por el bloqueo de sus puertos a los buques de Malvinas.
Fuente: Faro de Vigo
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