sábado, 3 de noviembre de 2012

Buena salud

Armón emplea a 1.500 trabajadores de 50 auxiliares viguesas para los buques que construye en Asturias
El astillero tiene en cartera nueve atuneros, catorce remolcadores para la Autoridad Portuaria del Canal de Panamá, dos para el Puerto de Leixões y tres para otros armadores - En Vigo construye dos ancleros para plataformas petrolíferas

La industria auxiliar del naval de Vigo ha encontrado un aliado en el astillero Armón, que tiene una carga de trabajo de una treintena de barcos. El constructor naval asturiano ha firmado contratos con medio centenar de empresas de la comarca viguesa para que trabajen en sus barcos, lo que garantiza el empleo a 1.500 operarios del sector.

Armón mantiene en estos momentos una cartera de pedidos de treinta unidades, compuesta por nueve atuneros, catorce remolcadores para la Autoridad Portuaria del Canal de Panamá, dos para el Puerto de Leixões y otros tres para diferentes armadores en sus factorías asturianas -Gijón y Navia- y dos ancleros en el astillero de Vigo.

El "boom" de la construcción asturiana está beneficiando a la industria auxiliar gallega, la más potente de España que contaba antes de la crisis con más de 300 empresas que empleaban a 10.500 trabajadores; hoy apenas queda 3.500 operarios en activo y solo 140 empresas de más de 10 trabajadores.

El astillero asturiano ha echado mano de la industria auxiliar gallega para hacer frente a su enorme carga de trabajo. Según fuentes de la patronal gallega del metal, Armón ha contratado a medio centenar de auxiliares del naval de la comarca de Vigo y ha posibilitado la vuelta a la actividad de 1.500 trabajadores, de los que unos 1.200 tienen presencia física en el Principado en las diversas fases de construcción de los buques.

Armón ha esquivado la crisis del sector gracias a volcarse en la construcción de buques sin tax lease, como son los atuneros -y los pesqueros en general- y los remolcadores que no dependen de que esté en vigor el sistema de bonificación fiscal suspendido por Bruselas hace año y medio y que ha sido, en gran medida, la causante de la debacle de la construcción naval en España.

El presidente de Armón, José Ramón Fernández García, ha contado con el apoyo del armador astur-mexicano Antonio Suárez, propietario de Grupomar, que ha encargado tres atuneros y ha propiciado que "un amigo", en referencia a Pesca Azteca (Grupo Pinsa), haya encargado otros cuatro. A estos siete barcos hay que añadirle los dos atuneros de Albacora que en un principio estaba previsto que fuesen construidos en Barreras, pero el propietario de la armadora vasca, Ignacio Lachaga, accionista del astillero vigués con un 20%, decidió hacerlos en Gijón ante las suspensión de pagos en las que se encontraba la empresa en aquel momento.

A lo largo de los últimos años, Barreras acometió la construcción de varios atuneros y procedió a la reparación, modernización y alargamiento de otros. Muchos de ellos de Albacora, de ahí la entrada de Ignacio Lachaga en el accionariado del astillero.

Además, Lachaga argumentó la elección de Armón por la urgencia de tener operativos los pesqueros cuanto antes, dado que existe la posibilidad de perder las licencias de pesca que tenía concedidas.

Sin embargo, ha sido Armón el que se lleva la palma. Basta señalar que de los diez atuneros que se han contratado en los últimos meses para la flota atunera mundial, nueve se los ha llevado el grupo Armón.

Los atuneros tienen un precio de unos 20 millones de euros, y en la construcción de cada uno se emplearán unas 2.000 toneladas de chapa gruesa que será suministrada por la factoría asturiana de Arcelor-Mittal. La eslora de los atuneros que construirá Armón es de unos 80 metros y el plazo de entrega de cada buque oscilará entre los 18 y los 24 meses. 
Fuente: Faro de Vigo

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