Los cruceros aprenden del 'Costa Concordia'
La seguridad en la industria de los cruceros es una actitud, un
compromiso diario", asegura Carlos Pedercini, el recién nombrado
delegado del Consejo Europeo de Cruceros (ECC, por sus siglas en inglés)
en España, a Cinco Días. A raíz del naufragio del Costa Concordia el
pasado 13 de enero, en el que murieron cerca de 30 personas, las
posibles deficiencias en las medidas de seguridad en estos barcos de
pasajeros se colocaron en el punto de mira, dudas a las que la industria
mundial del crucero siempre ha respondido asegurando que son "el medio
de transporte más seguro".
Un informe de la publicación especializada Cruises News con datos de la consultora GP Wild asegura que, entre 2005 y 2010, la industria mundial del crucero transportó a unos 98,2 millones de pasajeros. En ese periodo, solo se registraron cinco fallecimientos imputados a accidentes marítimos. "Pese al accidente del Costa Concordia, esta industria mantiene un excelente ratio de seguridad, por encima del 0,3 por millón que registran las aerolíneas", afirman en la publicación.
En este sentido, Pedercini asegura que "el accidente del Costa Concordia es lamentable, pero no representa a toda la industria". Aun así, el delegado reconoce que "la mejora de la seguridad nunca se acaba y que todos tenemos que aprender de este trágico incidente". El responsable destaca que desde las patronales europea y americana, ECC y CLIA, respectivamente, "se está constantemente revisando los protocolos de seguridad e introduciendo mejoras sin esperar a que el Organismo Marítimo Internacional (IMO), que es el ente regulador de nuestra industria, imponga estas medidas como estándares".
De hecho, hace menos de un mes, la industria del crucero ha implementado tres nuevas normas a nivel global. El presidente del Consejo Europeo de Cruceros (ECC), Manfredi Lefebvre, aseguró en el momento del anuncio que "eran fruto del acuerdo de toda la industria" en el marco de la revisión de la seguridad operacional de los cruceros que están llevando a cabo. La más visible es el hecho de que, a partir de ahora, los barcos no solo dispondrán de un chaleco salvavidas para cada persona que se encuentre a bordo del barco, sino que habrá que llevar salvavidas adicionales para adultos. "El número de salvavidas adicionales ha de exceder de lejos el número de personas que viajan a bordo", explicaron desde el ECC.
Planificación de la ruta
Además, ahora la planificación de la ruta que va a llevar el buque se ha hecho "más precisa y más exigente", detalla Pedercini, sumando nuevas recomendaciones a las de la IMO, que serán "requisito mínimo obligatorio". El itinerario lo diseñará "un oficial designado de acuerdo a criterios de experiencia y será aprobado por el capitán", explica el delegado, que remarca el hecho de que será "una decisión conjunta". Además, los planes de ruta "deberán ser explicados minuciosamente a todos los miembros de la tripulación en el puente de mando antes de su puesta en marcha. "El flujo de información entre los oficiales es así mayor", afirma.
Por último, se limita la entrada y estancia en el puente de mando "para minimizar en lo posible las irrupciones o distracciones innecesarias en el puente de mando". El acceso, que antes estaba "bajo el criterio del capitán", se limita ahora de modo estricto. "No entra nadie que no tenga nada que hacer dentro o esté debidamente autorizado", explica Pedercini. "El acceso del personal se limitará entonces a funciones operativas durante el tiempo que duren las maniobras de carácter restringido o cuando se requiera aumentar la vigilancia", aseguran.
Gracias a todas las medidas y a la operativa que los pasajeros están obligados a realizar en el barco (un simulacro de evacuación que han de hacer todos físicamente una vez en el barco), Pedercini estima que "no hay una percepción pública de inseguridad en los barcos". De hecho, destaca que el número de pasajeros se ha incrementado en un 9% en 2011 y las estimaciones apuntan a que subirán otro 7% durante este año. "Nadie celebra sus bodas de oro o se va de luna de miel en un sitio donde se siente inseguro, donde no está tranquilo", recalca el responsable. "Con estas iniciativas voluntarias, contribuimos de forma notable a mejorar los estándares de seguridad", apuntan desde la ECC.
Fuente: Cinco días
Un informe de la publicación especializada Cruises News con datos de la consultora GP Wild asegura que, entre 2005 y 2010, la industria mundial del crucero transportó a unos 98,2 millones de pasajeros. En ese periodo, solo se registraron cinco fallecimientos imputados a accidentes marítimos. "Pese al accidente del Costa Concordia, esta industria mantiene un excelente ratio de seguridad, por encima del 0,3 por millón que registran las aerolíneas", afirman en la publicación.
En este sentido, Pedercini asegura que "el accidente del Costa Concordia es lamentable, pero no representa a toda la industria". Aun así, el delegado reconoce que "la mejora de la seguridad nunca se acaba y que todos tenemos que aprender de este trágico incidente". El responsable destaca que desde las patronales europea y americana, ECC y CLIA, respectivamente, "se está constantemente revisando los protocolos de seguridad e introduciendo mejoras sin esperar a que el Organismo Marítimo Internacional (IMO), que es el ente regulador de nuestra industria, imponga estas medidas como estándares".
De hecho, hace menos de un mes, la industria del crucero ha implementado tres nuevas normas a nivel global. El presidente del Consejo Europeo de Cruceros (ECC), Manfredi Lefebvre, aseguró en el momento del anuncio que "eran fruto del acuerdo de toda la industria" en el marco de la revisión de la seguridad operacional de los cruceros que están llevando a cabo. La más visible es el hecho de que, a partir de ahora, los barcos no solo dispondrán de un chaleco salvavidas para cada persona que se encuentre a bordo del barco, sino que habrá que llevar salvavidas adicionales para adultos. "El número de salvavidas adicionales ha de exceder de lejos el número de personas que viajan a bordo", explicaron desde el ECC.
Planificación de la ruta
Además, ahora la planificación de la ruta que va a llevar el buque se ha hecho "más precisa y más exigente", detalla Pedercini, sumando nuevas recomendaciones a las de la IMO, que serán "requisito mínimo obligatorio". El itinerario lo diseñará "un oficial designado de acuerdo a criterios de experiencia y será aprobado por el capitán", explica el delegado, que remarca el hecho de que será "una decisión conjunta". Además, los planes de ruta "deberán ser explicados minuciosamente a todos los miembros de la tripulación en el puente de mando antes de su puesta en marcha. "El flujo de información entre los oficiales es así mayor", afirma.
Por último, se limita la entrada y estancia en el puente de mando "para minimizar en lo posible las irrupciones o distracciones innecesarias en el puente de mando". El acceso, que antes estaba "bajo el criterio del capitán", se limita ahora de modo estricto. "No entra nadie que no tenga nada que hacer dentro o esté debidamente autorizado", explica Pedercini. "El acceso del personal se limitará entonces a funciones operativas durante el tiempo que duren las maniobras de carácter restringido o cuando se requiera aumentar la vigilancia", aseguran.
Gracias a todas las medidas y a la operativa que los pasajeros están obligados a realizar en el barco (un simulacro de evacuación que han de hacer todos físicamente una vez en el barco), Pedercini estima que "no hay una percepción pública de inseguridad en los barcos". De hecho, destaca que el número de pasajeros se ha incrementado en un 9% en 2011 y las estimaciones apuntan a que subirán otro 7% durante este año. "Nadie celebra sus bodas de oro o se va de luna de miel en un sitio donde se siente inseguro, donde no está tranquilo", recalca el responsable. "Con estas iniciativas voluntarias, contribuimos de forma notable a mejorar los estándares de seguridad", apuntan desde la ECC.
Fuente: Cinco días
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