martes, 21 de agosto de 2012

Menos barcos

Argentina baja previsión importación GNL 2012

Argentina importará en el 2012 menos cargamentos de gas natural licuado (GNL) de lo previsto, dijo el lunes una fuente de la empresa estatal de energía Enarsa, gracias a mayores compras a su vecino Bolivia y una menor demanda por el enfriamiento de la economía.

La tercera economía latinoamericana, un fuerte comprador de GNL por el derrumbe de su producción de gas natural, ha pagado este año los precios más altos del mercado internacional para abastecerse del producto, lo que llevó al Gobierno a aplicar medidas proteccionistas para defender su superávit comercial.

Enarsa, que tiene el monopolio de la importación de GNL, proyectaba adquirir 80 cargamentos de 130.000 metros cúbicos en el 2012, un alza de un 35 por ciento respecto del año pasado, pero finalmente importará 56. Argentina cubre un 25 por ciento de su consumo de gas con compras externas.

"De los 80 cargos que se estimaban comprar al principio, solamente se van a comprar el 70 por ciento", dijo una fuente de Enarsa bajo condición de anonimato.

"El motivo principal es que aumentó la inyección de gas de (la petrolera estatal boliviana) YPFB. Además, hemos tenido un invierno bastante benévolo y el consumo domiciliario fue menor que en otros años", agregó.

De un total de 56 cargamentos programados para el 2012, Enarsa aún debe comprar dos, dijo la fuente.

La empresa debió salir al mercado a reemplazar 10 cargos cancelados por Repsol tras la expropiación en mayo pasado del 51 por ciento de la petrolera YPF, hasta entonces en manos de la firma española.

El mes pasado, el Gobierno suscribió un contrato de suministro interrumpible con YPFB por hasta 2,67 millones de metros cúbicos al día (mmcd), que se suman a 13 mmcd que importa en firme.

Entre enero y junio, las dos plantas de GNL en el país regasificaron 11,7 mmcd, un 46 por ciento más que el mismo período del 2011, según datos oficiales.

Se espera que la demanda se modere en la segunda parte del año ante una menor demanda de las familias, por una quita parcial de un subsidio al consumo de gas natural y de la industria debido a la desaceleración en el crecimiento de la economía local.

PRECIOS

Enarsa compró GNL en julio a 16,5 dólares por millón de unidades térmicas británicas (mmBtu) en promedio, según fuentes del mercado, superando a Japón, que venía pagando los mayores precios del mercado y que ahora adquiere el producto a 13,5 dólares/mmBtu. Argentina abona 11 dólares/mmBtu por el gas de Bolivia.

Enarsa vende el gas importado en el mercado doméstico a unos 4 dólares/mmBtu. El Gobierno, que busca que el costo energético no impacte sobre la industria, financia la diferencia con recursos públicos.

Argentina ha venido incrementando exponencialmente la importación de GNL en los últimos años debido a que la madurez de sus campos de gas natural y la falta de inversión en el desarrollo de nuevos yacimientos redujeron drásticamente su producción, que cayó un 15 por ciento desde el 2004.

Al mismo tiempo, la demanda del fluido aumentó fuertemente por una economía que creció a muy altas tasas casi todos los años desde el 2003.

Las mayores importaciones de GNL pusieron en peligro el superávit comercial con que el país se financia, al no tener acceso pleno a los mercados voluntarios de deuda desde que cayó en cesación de pagos en 2001/2002.

El año pasado, las importaciones de GNL sumaron 9.400 millones de dólares y analistas estimaban que en el 2012 alcanzarían entre 12.000 millones y 15.000 millones. Pero, ahora, las proyecciones están por debajo del piso de ese rango.

"La realidad es que la recesión va a terminar morigerando las importaciones. Hay menor actividad económica y creo que al Gobierno eso le salvó el año porque realmente estallaba el sistema energético si no", dijo una fuente del sector bajo condición de anonimato.

EN BUSCA DE MENORES COSTOS

La economía argentina se contrajo en mayo por primera vez desde el 2009 golpeada por una baja de la producción industrial y una menor cosecha de granos por una sequía.

En un intento por reducir costos, a inicios de este año Enarsa pidió sin éxito a sus proveedores de GNL que bajen al menos en un 15 por ciento los valores de entrega.

Finalmente dispuso precios máximos en cada nuevo llamado, descartando todas las ofertas que los superaban, según una fuente de la firma, que no precisó cuáles eran los valores aceptados.

Por otro lado, el brazo de comercialización de GNL del banco de inversión estadounidense Morgan Stanley mantuvo conversaciones con Enarsa para aceptar biodiésel de producción local como forma de pago en lugar de transferencias en efectivo.

Pero hasta el momento no se concretó ninguna operación respaldada por ese combustible, según la fuente de Enarsa. 
Fuente: Terra

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