La investigación del barco de Newport confirma que se hizo con robles vascos
El crecimiento de los anillos de los árboles ha sido la base para confirmar que el barco del siglo XV hallado hace 14 años en el puerto de la ciudad galesa de Newport es de origen vasco, aunque ahora es labor de los historiadores descubrir el nombre del navío, que por el momento es un misterio.
Así lo han confirmado la directora de Cultura de la Diputación de Gipuzkoa, Garazi López Etxezarreta, el responsable del laboratorio de dendrocronología de la Fundación Arkeolan que ha llevado a cabo la datación de los restos de madera del barco, Josué Susperregui, y el investigador de la universidad de Wales Trinity Saint David del Reino Unido Nigel Nayling, que han explicado hoy en rueda de prensa los detalles del descubrimiento.
El barco, que supone una referencia en los estudios sobre la construcción naval del siglo XV, es mucho más avanzado tecnológicamente que el ballenero San Juan, encontrado en Canadá y que fue construido unos cien años antes que el de Newport en Pasajes, ha afirmado Nayling.
"Esta evolución ha sido un misterio para los arqueólogos y podría confirmar que el País Vasco fue uno de los centros donde se dieron esas innovaciones en la industria naval", ha explicado.
El pecio de Newport, que fue descubierto en el puerto antiguo de esta ciudad en el año 2002, es una nave mercante del siglo XV, con 15 metros de eslora y hasta 300 toneladas de carga.
Sin embargo, en ese momento no se tuvieron datos de interés, hasta que en 2005 el dendrocronólogo Nigel Nyling contactó con varios laboratorios del sur de Europa, entre ellos el de Arkeolan, que finalmente ha conseguido deducir que la madera con la que se construyó procedía de árboles del País Vasco.
La pista sobre el posible origen ibérico de la embarcación, una de las mejores conservadas de la época, la dieron algunas cerámicas hispanas así como monedas francesas y portuguesas que encontraron en su interior.
Una vez colocadas las muestras de madera bajo el foco de la dendrocronología (del griego dendros, árbol, y cronos, tiempo,), la ciencia que puede identificar los árboles utilizados para una construcción según el grosor de los anillos de crecimiento, se dedujo el origen vasco del barco.
"Hace siete años Nayling envió las muestras al laboratorio de Arkeolan, que en ese momento no disponía de la curva de referencia para datar el material, pero gracias a la ayuda de la Diputación" ha conseguido aumentar los medios para conseguir el objetivo, ha explicado Susperregi.
Finalmente el análisis de 12 planchas del casco original han dejado "fuera de toda duda" que los robles con los que se construyó crecieron en Euskadi.
Sin embargo, hasta aquí llegan las evidencias y ahora se impone ante los historiadores el reto de averiguar el nombre de la embarcación y su lugar exacto de fabricación.
Fuente: El diario vasco
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