Reconstruirán el barco que cambió la historia de EE.UU.
La Belle conquistaría Texas en nombre de Francia, pero su afán colonial se hundió en el golfo de México. Su anhelo, sin embargo, detonó la llegada española a la zona. Hallado en 1995, ahora será reconstruido, para rearmar la historia de ese país.
Robert de La Salle zarpó en 1685 de La Rochelle, Francia, prometiéndole al rey Luis XIV de clavar la bandera francesa en el delta del Mississippi y reclamar el sureste de EE.UU., incluyendo el actual estado de Texas, para Francia.
Pero la inexactitud de los mapas y la corriente del golfo de México impidieron su cometido. Tras perder tres de las cuatro embarcaciones de su flota, La Salle arribó al golfo sólo en una pequeña fragata, La Belle, pero sin encontrar el río. Mientras su tripulación languidecía en el averiado barco, La Salle envió sucesivas expediciones terrestres en busca del esquivo río, ignorando que se encontraba a más de 600 kilómetros del Mississippi.
La última de estas incursiones fue encabezada por el propio La Salle, en enero de 1686, pero un motín terminó con su vida, mientras en el barco, los colonos morían de sed y hambre. Sin ancla, y tras varios intentos por alcanzar tierra, el barco finalmente se hundió, y con él, el afán francés de conquistar el sur de EE.UU.
Tres siglos después del hundimiento y tras un largo trabajo arqueológico que dio con su paradero, el barco está listo para ser reconstruido y exhibido en un museo.
La búsqueda de La Belle se remonta a la década del 70, pero recién en 1995, la Comisión Histórica de Texas organizó la expedición más ambiciosa para encontrar los restos del barco, los que fueron localizados en junio de ese año.
En 1996, en un inédito trabajo arqueológico, los expertos decidieron construir una ataguía, una estructura circular sobre el barco, para sacar el agua y rescatar la embarcación, proceso que duró seis meses. Tras el rescate, la embarcación fue desarmada pieza por pieza, donde cada trozo de madera recuperado fue sometido a un tratamiento especial de conservación, que incluyó glicol de polietileno (químico para eliminar la humedad de la madera) y de liofilización (proceso en que se congela la madera hasta 60º bajo cero para separarla del agua), tratamiento que duró más de 10 años. “El agua salada debilitó la estructura de madera y si hubiésemos intentado secarla sin medidas preventivas, podríamos haber desintegrado en polvo y pequeños fragmentos la embarcación. Por eso sometimos al barco a un químico como polietilenglicol, que saca el agua y mantiene las propiedades químicas y físicas de la madera”, dice a La Tercera Peter Fix, experto del Programa de Arqueología Náutica de la U. de Texas A & M (EE.UU.), que dirige el proyecto de restauración.
Cada trozo tomaba entre cuatro a seis meses antes de estar listo. Una vez que todas las piezas pasaron por el tratamiento, el barco completo fue reensamblado en la base aérea de Bryan en Texas, en una gigantesca secadora (la más grande que se haya construido para un trabajo arqueológico) diseñada por la U. de Texas A & M -que junto a la Comisión Histórica de Texas- encabezan el rescate del barco.
En la plataforma, la embarcación fue sometida a un último proceso de secado, para luego entrar en la etapa final de su largo proceso de recuperación: su reconstrucción definitiva, para ser exhibida en el Museo de Historia Bob Bullock de Texas. El proceso comenzará en noviembre de 2013 y se completará en junio de 2014.
Según Fix, el barco representa una buena explicación de porqué la zona sur de EE.UU. tiene un fuerte arraigo hispano. “La presencia de colonos en la costa de Texas ocurrió cuando España se asustó con los planes de Francia. Como reacción, envió misioneros y soldados a la zona. Por eso Texas tiene una herencia hispana”. La Belle fue la razón.
Fuente: La tercera
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