Denuncian pagos de sobreprecios en la compra de combustibles
Lo plantea un informe de la Auditoría General de la Nación sobre operaciones de ENARSA, entre 2008 y 2010.
ENARSA —la energética estatal que dependía del ministro de Planificación Julio de Vido— y la YPF privada que —con el aval de la administración kirchnerista, estuvo bajo el comando de Repsol y el grupo local Eskenazi— quedaron envueltas en una nueva denuncia de sobreprecios por compras de combustibles que se concretaron entre 2008 y 2010.
La Auditoría General de la Nación (AGN) advirtió, por medio de un informe aprobado la semana pasada, que por la provisión de gasoil ENARSA no sólo le pagó a la petrolera YPF precios superiores a los del mercado , sino que además le reconoció recargos de hasta el 200% en los valores de los fletes y seguros.
El informe de organismo de control que preside Leandro Despouy detectó que en las primeras importaciones de GNL (gas natural licuado), ENARSA le compró casi todos los cargamentos a YPF y Repsol en forma directa y sin establecer precios de referencia , ni topes a los costos complementarios.
El relevamiento de la AGN puso sobre el tapete otra insólita situación. Por la gestión de compra y abastecimiento de combustibles, ENARSA le cobró al Gobierno una comisión del 1,5% . Pero como esas tareas fueron después delegadas a YPF, la empresa estata l le terminó abonando a la petrolera una nueva comisión del 0,5% que fue trasladada al Estado como parte de los precios finales de los combustibles, lo cual derivó en un encarecimiento de las contrataciones .
El informe de la AGN —que deja mal parados al actual titular de ENARSA, Exequiel Espinoza, a la anterior conducción de YPF que encabezó Sebastián Eskenazi y al ex director estatal y segundo de De Vido Roberto Baratta— tuvo como objetivo “verificar la gestión realizada en los planes operativos” que formaron parte del denominado “Programa de Energía Total” (PET). Dicho programa había sido creado en 2007 con el fin de cubrir con fondos estatales todos los gastos derivados del remplazo del gas natural y energía eléctrica por combustibles alternativos. El PET—cuya instrumentación quedó en manos de ENARSA— se estructuró por medio de cuatro subplanes: abastecimiento de la demanda con combustibles líquidos, provisión de GNL regasificado, provisión de propano aire y sustitución de consumos de gas y energía eléctrica.
Al analizar las compras de gasoil que YPF “gestionó” para ENARSA, los técnicos de la AGN constataron que, en 2009, se concretaron provisiones con precios que superaron ampliamente los valores de mercado de ese momento y luego de que la petrolera rechazara pedidos de mejoras de oferta.
En el caso de las importaciones de gasoil, el informe precisó que los precios reconocidos a YPF por los fletes y seguros bajo el concepto de “premio” excedieron entre un 68,38% y un 1 99,92% los valores razonables que se pagaron en el mercado entre 2008 y 2010.
Por el lado del suministro de GNL, la AGN cuestionó dos puntos clave del accionar de ENARSA. Por un lado, cedió en forma directa todas las gestiones iniciales de compra y administración del sistema de regasificación a YPF sin establecer precios de referencias. Y por otro lado, no cumplió con la supervisión y control de la regasificadora de Bahía Blanca que pasó a operar la petrolera.
Con respecto al plan de provisión de propano aire, el informe concluyó que “no cumplió con el objeto establecido” y que demoras en la puesta en marcha de la planta del Gran Buenos Aires derivó en mayores gastos operativos.
Entre otras conclusiones salientes, la AGN resaltó que ENARSA “ no realizó un adecuado control y seguimiento de las operatorias del PET y tampoco cumplió con los procedimientos de contratación externos e internos”.
Fuente: Clarin
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