Una naviera alemana delega en el astillero de Cádiz la reforma total de un crucero
Navantia gestionará por primera vez la transformación integral de un barco, que incluye además la remodelación de sus camarotes
Navantia sube un peldaño más en la reparación de cruceros al recibir el encargo de una naviera alemana para transformar uno de los buques de su flota. En esta ocasión no se trata solo de una puesta a punto de la maquinaria sino también de la mejora interior de sus camarotes y salones. La compañía germana 'Peter Deil Mann' ha delegado en la empresa española la reforma total del 'Deutschland'. Se trata de un crucero botado en 1998 y de 175 metros de eslora que necesita un lavado de cara o, más bien, una actualización de sus servicios. El barco llegará a Cádiz el 13 de noviembre y permanecerá en el dique un mes. Cabe recordar que las grandes operadoras del turismo de cruceros delegan en los astilleros todo lo referente al trabajo mecánico, sin embargo, la decoración queda reservada a empresas especializadas, que suelen traer embarcada a su propia mano de obra.
La actuación de Navantia en el 'Deutschland' es una prueba piloto que puede abrir la puerta a contratos de reforma integral con las grandes navieras. Navantia se encargará, por tanto, de la sustitución de toda su red de tuberías de cobre por una nueva y más segura de pvc. Igualmente acometerá una profunda intervención en la sala de máquinas, casco y cubiertas. El reto de la compañía española radica en el acondicionamiento interior de los espacios comunes. Este periódico ha podido saber que el astillero gaditano gestionará también la subcontratación de empresas de la zona para abordar el proyecto de transformación de los 294 camarotes del crucero.
Hasta ahora la reforma interior de los grandes cruceros era patrimonio de compañías extranjeras que aportaban mano de obra de otros países para transformar el interior del barco en un tiempo récord. Uno de los mejores ejemplos de este trabajo lo pudimos advertir en el astillero gaditano con la reforma del 'Grandeur of the Seas' en mayo de 2012. Unos 2.000 operarios de 64 nacionalidades distintas estuvieron en la ciudad poniendo a punto el interior de este crucero, propiedad de la Royal Caribbean. Así, una legión de carpinteros, electricistas, tapiceros, decoradores, fontaneros, soldadores e ingenieros contratados por la naviera pusieron patas arriba el barco y en tan solo un mes lo transformaron de proa a popa. La inversión ascendió a 48 millones de dólares. Unos 300 operarios de Navantia participaron en la mejora y pintura del casco. La compañía española trata ahora de escalar nuevas posiciones y demostrar a sus clientes que también está preparada para gestionar un proyecto de reforma interior.
Ingresos para la ciudad
La reparación de grandes cruceros en la Bahía es un próspero negocio que abrió Navantia en 2010. Pero la reforma de un barco va más allá de los ingresos que pueda reportar a la constructora naval. Detrás de un contrato de este calado se encuentra el efecto colateral que genera esa mano de obra a la economía local. Es decir, bares, restaurantes y hoteles de Cádiz también se benefician de ello. No hay que olvidar que tanto la tripulación del buque, como los ingenieros del proyecto de reforma y la mano de obra hacen uso de los servicios hosteleros de la ciudad.
Una de las primeras personas en advertir este fenómeno y en llamar la atención de los empresarios fue, precisamente, el presidente del comité de empresa del astillero de Cádiz, Juan Bedeli, de UGT, que mantuvo contactos en su momento con los empresarios del sector hostelero para unir esfuerzos.
El impacto en la capital que ofrece este negocio aún no está cuantificado, pero algunos expertos han reconocido que se trata de un sector que puede dejar en la economía gaditana una media de 30 millones de euros al año con una media de ocho cruceros de reparación en doce meses.
El pasado año por estas fechas se repitió la misma escena que en 2012. Más de 500 habitaciones se reservaron entre septiembre y noviembre en varios establecimientos de Cádiz (hotel Barceló, hotel Puerta Tierra y hotel Playa Victoria, entre otros) para albergar a ingenieros, tripulación y jefes de obra de los cinco cruceros y dos fragatas de la Armada española que iban a ser reparados en el astillero de la capital.
Las expectativas que se ciernen para el astillero gaditano hasta final de año son óptimas. En total seis barcos, cuatro de los cruceros, han reservado dique para una obra de mejora. Los contratos más importantes son el del 'Deutschland' y el firmado con la naviera Pullmantur para reparar a partir del 20 de octubre el ‘Empress’ y el 3 de noviembre el 'Sovereign'.
En la cartera de encargos de finales de 2014 también se encuentra la intervención esta misma semana a una plataforma offshore y a un petrolero, además de un buque Ro-Ro, el 'Volcán del Teide'. La naviera Windstar Cruises también ha reservado dique para finales de noviembre.
Navantia se vio obligada en 2009 a buscar nuevos contratos de reparación de buques ante la decisión de la Armada española, hasta entonces su principal cliente, de cerrar el grifo de las reparaciones a sus buques. El Ministerio de Defensa canceló ese año su ambicioso plan de renovación de buques de guerra. La medida llevó a la empresa a echar las redes en el mercado de la reparación de cruceros y una de las primeras compañías que apostó por Navantia fue Iberocruceros, que trajo al 'Grand Voyaguer' para una reforma general. A este contrato le siguió mas tarde la obra en el ‘Grand Mistral’ y, posteriormente, la del 'Grand Holiday'. El resultado de los trabajos de Navantia ha permitido que otras compañías se fijen en la Bahía para reparar sus cruceros. Este es el caso de Royal Caribbeam, Pullmantur, Crystal Cruises Line o Azamara, entre otras. De esta forma, la segunda compañía que se plegó a los trabajos de Navantia fue Royal Caribbeam que, en 2011, fijó el astillero gaditano como centro de sus reparaciones. Esta empresa ya ha reparado en Cádiz al 'Splendour of the Seas', 'Serenade' y el 'Grandeur'.
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