El sector del crucero mira a China y apuesta por alargar las temporadas y facilitar los visados
«Cualquier esfuerzo por reducir tasas sería muy bienvenido. Sería fundamental para captar mercados fuera de temporada», señala la presidenta de CLIA España
Cuando se dice que algo alcanza «velocidad de crucero» es sintomático de que se ha alcanzado un ritmo estable y continuo, sin perturbaciones. Puede ser una buena expresión para analizar la situación actual en nuestro país de la industria del crucero, valga la redundancia. No es que estos años el sector haya estado exento de dificultades, pero sí que ha podido desarrollar un ritmo de crecimiento estable en los últimos ejercicios.
En el marco del Seatrade, el Congreso internacional más importante del sector, que se celebró la pasada semana en Barcelona, la presidenta de CLIA España, Belén Wangüemert y su director nacional, Alfredo Serrano, atienden a ABC para analizar los retos de futuro a los que se enfrenta el sector.
A juicio de ámbos, que se celebre en Barcelona ya es un hecho sintomático, ya que en las nueve ediciones anteriores solo se había celebrado en puertos de Francia e Italia. «Es una deuda que el sector tenía con nuestro país, y con Barcelona, que es el primer puesto de Europa».
España sigue siendo el segundo país más popular para el embarque (1.298 millones de pasajeros, con una subida del 6,7%) y el segundo destino más popular (5.236 millones de pasajeros) lo que supone una subida del 1%. Barcelona ha sido el principal puerto de cruceros de Europa, con unos 2,6 millones de pasajeros, lo que supone una subida del 7,9%. La contribución económica directa de España sigue siendo la cuarta de Europa en 2013, con 1.226 millones de euros.
A la luz de estos datos, ¿cómo ha podido nuestro país capear la crisis? «Una de las cosas importantes fue ajustar la capacidad a la demanda que había en ese momento. Las compañías redujeron capacidad, lo que ayudó a rebajar los precios. Esa fue la primera medida. Pero la realidad es que es un producto que genera satisfacción. El más alto en la industria del viaje», señala Wangüemert.
A juicio de Alfredo Serrano, otra de las claves es la previsibilidad en el gasto. «Es fundamental saber qué es lo que te vas a gastar, y eso te lo garantiza un crucero». Apuntan además al valor de todo lo que incluye un crucero. «Los espectáculos, las ciudades que visitas y el transporte que te costaría eso fuera de un crucero podría ser entre tres y cuatro veces más», apuntan.
Serrano señala que una de las claves del sector en España es su capacidad de ser dual, es decir, la capacidad para ser potencia emisora de cruceristas y también receptora. «España es más receptor que emisor. En Francia el emisor es más fuerte que el receptivo. En Italia está más equilibrado».
A la caza del crucerista chino
Uno de los objetivos del sector para poder crecer es compartido con toda la industria del turismo: una vez fidelizados mercados como el británico, el francés o el alemán hay que abrirse a nuevos mercados, y en ese frente cobra relevancia fundamental el turismo chino.
En la actualidad hay unos 600.000 cruceristas chinos. Pocos para el potencial que tiene. Por comparar, España tuvo 475.000 cruceristas en 2013. Un número muy parejo cuando el potencial de uno y otro es bien distinto.
«El mercado chino es la gran apuesta. Pero primero hay que hacer un trabajo allí. El primer crucero lo suelen hacer cerca del sitio de origen. Los americanos iban al caribe y luego vinieron a Europa. Con China va a pasar lo mismo. Allí se están llevando barcos, las compañías están haciendo esfuerzos para ofrecer allí sus servicios y fidelizar un público», apunta Serrano.
La presidenta de CLIA explica la que ha sido la petición «estrella» del sector durante el pasado Seatrade: Abaratar los costes fuera de verano para alargar las temporadas. «Un barco estando parado incurre en muchos gastos, pagar tarifas por estacioanrse. Cualquier esfuerzo por reducir esas tasas sería muy bienvenido. Sería fundamental para captar mercados fuera de temporada». También sería fundamental para mejorar mercados más consolidados, que con el clima del mediterráneo demandan el producto todo el año.
«Ya es común que las compañías tengan sus barcos todo el año en el mediterráneo. Hay demanda para poder extender las temporadas», señala Serrano.
Luchar contra los tópicos
La industria también está realizando un esfuerzo por alejar esa imagen de que es un producto muy cuadriculado en el que todo el mundo está obligado a hacer unas actividades y que apenas se tienen unas horas para visitar las ciudades.
En su día pudo ser cierto en parte, pero Wangüemert advierte que «todas las compañías están haciendo esfuerzos para flexibilizar su oferta dentro del barco, para que todo el mundo pueda organizar las vacaciones que quiera». Una de esas claves está siendo ampliar las estancias en las escalas, y pernoctando cada vez más en el puerto.
Otra clave para que los cruceristas escojan el Mediterráneo como destino es agilizar la política de visados en la Unión Europea. CLIA Europa ha mostrado recientemente su satisfacción por la revisión de códigos de visados que anunció la Comisión Europea. Y piden que se profundice en la revisión de la política de visados a países terceros como Rusia o India. Estiman que en torno a un 20 % de turistas que podrían venir a Europa no lo hacen y cambian por Estados Unidos porque allí el visado es menos complejo.
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