lunes, 29 de septiembre de 2014

Mal momento para descargar en Argentina

Tampoco hay dólares para pagar el gas importado
PERFIL detectó dos barcos ya contratados por el Gobierno que navegan en redondo haciendo tiempo frente a la costa uruguaya a la espera del giro de las divisas. Hay multas.

Por la cada vez más alarmante escasez de dólares en la economía local, el Gobierno no sólo “encanuta” las divisas para la industria automotriz o los servicios. También tiene problemas para pagar las importaciones de energía, hasta ahora la prioridad principal en el uso de las divisas oficiales.

No es un percance desconocido, pero su agudización ya preocupa sobremanera en despachos oficiales. En las últimas dos semanas el Banco Central (BCRA) no liberó en tiempo y forma los dólares para pagar dos cargamentos de gas natural licuado (GNL) que tenían como destino el puerto de Escobar. El buque Ibérica Knutsen, de bandera de Noruega, provisto por la española Gas Natural, aún permanece boyando frente a las costas uruguayas de San Ignacio a la espera de que se concrete el pago, que recién se acreditaría el lunes según la promesa oficial. A su vez, al cierre de esta edición, los sistemas satelitales ubicaban al barco Polar Spirit, de bandera de Bahamas, también navegando frente a Punta del Este, con GNL para la planta regasificadora ubicada al norte de la provincia de Buenos Aires.

El origen del deterioro de la balanza comercial obedece –según reconoció la presidenta Cristina Kirchner hace dos semanas en Tecnópolis por el Día de la Industria– al incremento del déficit energético, que este año superará los US$ 6 mil millones, según cálculos privados. El Gobierno empezó en 2011 a cuidar los dólares para pagar la energía importada. Pero ni siquiera con el cepo las divisas son suficientes para cancelar esos compromisos. La factura del gas importado que lleva por barco ascendió hasta los US$ 2.367 millones durante los primeros siete meses del año, según datos de la Secretaría de Energía.

La demora para cancelar los cargos del GNL vino acompañada también por la cancelación de dos barcos de gasoil que preveía traer Cammesa, la compañía que administra el mercado eléctrico, para generar energía. La decisión se explica además por las benévolas temperaturas registradas en el invierno.

Con todo, el Gobierno deberá enfrentar costosas penalidades por postergar el pago del gas importado. Los contratos firmados por Enarsa, la empresa estatal de energía, encargada de financiar esas operaciones, prevén una multa del 0,15% del precio del cargamento por cada día de retraso en el despacho del combustible. Cada carga de LNG cuesta alrededor de US$ 50 millones. Es decir que por el incumplimiento el Gobierno debe pagar US$ 75 mil. La fecha de descarga del Ibérica Knutsen estaba prevista para el 15 de septiembre, por lo que la multa que le pesa a Enarsa ya ronda el millón de dólares.

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