El cierre de la autopista del mar deja sin salida a Europa a mercancías estratégicas de León
La decisión ahoga a la provincia como eje logístico. La conexión entre Gijón y Nantes era vital para sectores como la madera y la pizarra
Con el último viaje del barco que desde 2010 unía Gijón con Nantes, la autopista del mar se queda sin operadores y cercena un eje logístico que tenía a León como pieza esencial. La provincia pierde su salida más cercana para el transporte marítimo de mercancías con destino a los países más septentrionales de Europa y la oportunidad de potenciar y consolidar su influencia en la ruta del norte de Portugal, principales usuarios de esta autopista con el puerto de El Musel como salida.
Justo una semana después de la última salida desde Gijón del barco de la naviera, LDLines, los transportistas leoneses conscientes del daño que este cierre supone para el transporte internacional de sus trailers cargados, fundamentalmente de pizarra y piezas de tablero de madera para distintas construcciones, indicaron ayer que «la autopista del mar se vendió a bombo y platillo y de repente desaparece porque se acabaron las subvenciones, cuando es una ruta que siempre iba llena y funcionaba muy bien».
El presidente de Altradime (Asociación Leonesa de Transporte de Mercancías), Pablo Lorenzo, comentó también que la conexión por mar ente León y Nantes resultaba vital «cuando teníamos poco tiempo para llegar a destino, en el barco tardábamos catorce horas». Y desde Nantes las mercancías leonesas, ya por carretera seguían rumbo a Bélgica, Holanda, Alemania y los países nórdicos, principalmente.
Ante la noticia del cierre de esta ruta marítima, el consejero de Fomento, Antonio Silván, recalcó ayer a este periódico que para la Junta recuperar esta autopista supone «una prioridad». «Así lo reivindicaremos y defenderemos en el marco de la Macrorregión».
De todas formas, avanzó que le consta que el Gobierno de España, a través del Ministerio de Fomento, negocia ya con Francia y la Unión Europea para reabrir el corredor marítimo entre Gijón y Nantes. «La mejor solución es que siga funcionando porque para el tejido productivo de Castilla y León resulta fundamental, sobre todo, para el sector de la automoción». Las factorías de Renault en la Comunidad utilizaban esta ruta semanalmente para transportar componentes y vehículos destinados al mercado europeo.
Entre el 60 y el 75%, según los años, de las mercancías que transportaba el barco con destino a Nantes procedían del área de influencia del trazado de la reivindicada autovía León-Braganza. El secretario general de la asociación que lleva como nombre esta vía de comunicación, Martín Manceñido, explicó que «no está claro que la autopista del mar se vaya a cerrar de una forma definitiva; nosotros creemos que la naviera está presionando al Principado y la Unión Europea diciendo que se van a ir a Vigo para que sigan subvencionándoles y no dejar Gijón».
Remarcó, además, que la autovía a Braganza que reivindican jugaría un papel vital en la conexión del norte de Portugal con León de camino a Asturias, reforzando el papel de la provincia como eje logístico. «Pondría en valor zonas deprimidas, sin condenarlas al ostracismo, y supondría la mejor comunicación.
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