Cuando el Naranco surcaba los siete mares
Cuatro barcos mercantes llevaron el nombre del monte ovetense transportando toda clase de materiales y protagonizando naufragios y huidas durante la Guerra Civil
El totémico monte Naranco de los carbayones, que domina Oviedo desde su cota más alta -la del Pico el Paisano sobre el que se asienta en gigantesco monumento al Sagrado Corazón- sirvió a navieros asturianos y vascos para dar nombre a mercantes que surcaron los siete mares y que tuvieron una vida azarosa en unos casos, desgraciada en otros, y en el resto marcadas por los lógicos cambios de la bandera que ondeaba en su popa. Esta es la historia de estos cuatro barcos.
El "Naranco", de la Naviera Ángel Álvarez, de Avilés, fue el más desgraciado de todos ellos. El pequeño mercante, que había sido construido en Gijón en el año 1919 con un desplazamiento que le permitía cargar 1.750 toneladas se hizo por última vez a la mar desde la ría avilesina el 19 de agosto del año 1959, a las 18.30 horas con buen tiempo y con destino al puerto holandés de Rotterdam.
En sus bodegas transportaba un cargamento de 1.200 toneladas de residuos de pirita que había cargado en Bilbao, antes de entrar en la ría asturiana para carbonear. Hasta llegar a la entrada del Canal de la Mancha, la navegación se realizó sin incidencias. Fue entonces cuando apareció la temida niebla, tan frecuente en estas aguas, que además son de las más transitadas del mundo.
En el puente de mando, el capitán, Mario Yarritu, había ordenado reforzar la vigilancia, y así llegaron hasta la altura del puerto inglés de Dungeness, al sur de Dover. Navegaban en niebla cerrada cuando los abordó el buque de bandera griega "Goldstone", que con sus 8.684 toneladas mandó al fondo en pocos minutos al pequeño "Naranco". Durante el naufragio desapareció el camarero José Vidal Pérez, de cuarenta años. El marinero Miguel Méndez, de treinta y cinco años, luchó durante tres horas en la mar hasta ser recogido, exhausto, poco después de haber logrado asirse a la quilla de un bote salvavidas que había volcado.
El capitán Yarritu resultó herido en la mano izquierda, y posteriormente le amputaron un dedo en el hospital de Dover. Los demás tripulantes, veinte, fueron rescatados por el "Goldstone", menos Miguel Méndez que fue descubierto por un bote de la Sociedad de Salvamento de Náufragos. Que no se fuera toda la tripulación al fondo con el barco fue un milagro por la rapidez con la que se produjo el naufragio.
Más afortunado fue el "Monte Naranco", de la flota de la Naviera Aznar, de Bilbao, construido en el año 1920 con el nombre de "Arno-Mendi", aunque su vida fue en parte novelesca. Este buque de gran porte y bella estampa marinera vivió numerosos avatares durante los años que duró la Guerra Civil.
El "Monte Naranco", entonces "Arno-Mendi", fue uno de los barcos que desde el comienzo del conflicto realizó continuos viajes para el Gobierno Vasco. El 13 de julio de 1937, de madrugada, salió de Bilbao y ese mismo día llegó al puerto francés de Pauillac, en el río Gironda, llevando a bordo los fondos económicos que manejaba el ejecutivo vasco y que eran guardados en la sucursal bilbaína del Banco de España.
El buque de la flota Aznar permaneció amarrado hasta el 10 de agosto de ese año, cuando el Gobierno francés ordenó la incautación de forma oficial del importante cargamento que había en sus bodegas. Esto dio lugar a litigios legales, incluso actos de fuerza para conseguir una importante parte del tesoro de la sucursal bilbaína del Banco de España. Quedó arrestado en el puerto de Burdeos hasta el 11 de junio de 1939, cuando regresó a Bilbao para quedar a disposición de Naviera Aznar.
Antes había transportado un cargamento de garbanzos desde México a España para aprovisionar a las tropas republicanas. Además de este buque participaron en el transporte otros cuatro: "Motomar", "Ibai", "Essex" y "Cydonia".
Estos cargamentos fueron adquiridos por el embajador español en México, que también fue el principal organizador del transporte de material bélico que llevó a cabo el "Mar Cantábrico".
El barco que dejó Gijón por La Valeta
La botadura del maderero "Monte Naranco", en la fotografía sobre estas líneas, reunió en Juliana Constructora Gijonesa a autoridades y numerosos curiosos. Del acto dio cuenta detalla LA NUEVA ESPAÑA. A la derecha, la reproducción de la noticia que daba todo lujo de detalles sobre las autoridades que acudieron el acto, presidido por el comandante militar de Marina de Asturias, Sánchez-Barcaiztegui. La madrina fue María Victoria Iza.
Naufragio en medio de la niebla
El "Naranco" fue el único mercante con este nombre que sufrió un naufragio. Estuvieron a punto de morir todos sus tripulantes por la rapidez con el que se produjo el hundimiento, mientras navegaba cerrado en niebla por el Canal de la Mancha. Un buque griego mucho mayor lo abordó y lo hizo desaparecer en el agua en pocos minutos. El "Naranco" navegaba entre Avilés y Rotterdam.
Al finalizar la Guerra Civil este barco navegó durante algunos años como buque tramp en tráficos de gran cabotaje y altura transportando fundamentalmente graneles. En el año 1941 llegó por primera vez a Argentina a cargar grano para España, y así estuvo con viajes interrumpidos por otras rutas, hasta 1947, año en que realizó su última escala en puertos argentinos.
El "Monte Naranco", hasta que fue desguazado en Santurce (Vizcaya) en 1964, continuó su vida marinera por distintos mares y haciendo escala en infinidad de puertos.
Otro "Monte Naranco", también de la flota Aznar, fue construido en las gradas de Juliana Constructora Gijonesa, de donde fue botado el 24 de septiembre de 1969 para realizar transportes de madera, fundamentalmente desde los puertos del Golfo de Guinea. Tenía 117 metros de eslora y desplazaba 4.300 toneladas.
Pero el entonces moderno maderero solo lució en su casco el nombre de "Monte Naranco" durante los meses que duró su armamento a flote mientras estaba atracado en el puerto de El Musel.
Al finalizarlo, el 2 de mayo de 1970, Naviera Aznar lo entregó el 5 de diciembre de ese mismo año a sus nuevos armadores, la naviera Spencer and Durham Company Limited, con domicilio social en La Valletta, que lo rebautizó "Preoria".
El último buque que navegó con el nombre de "Naranco" perteneció a la Naviera Alvargonzález, de Gijón, y enarboló pabellón panameño. Se trataba de un asfaltero que anteriormente había navegado con otros nombres, y que entraba periódicamente en el puerto de Avilés para suministrar su cargamento a Química del Nalón. Un tráfico que realizó desde que fue adquirido en el año 1997, hasta que fue vendido en el 2005 . Y esta es la historia, resumida, de los buque "Naranco".
El mercante que huyó con un tesoro
El "Monte Naranco" tuvo una vida muy azarosa durante la Guerra Civil navegando para el Gobierno Vasco. El episodio más novelesco fue el que protagonizó al huir del puerto de Bilbao con los fondos económicos y objetos de valor que el Gobierno Vasco guardaba en la sucursal bilbaína del Banco de España. Incautado por Francia tras un largo litigio, sufrió un intento de asalto por un comando de republicanos que trató, sin éxito, hacerse con el barco y recuperar el tesoro que escondía en sus bodegas.
El asfaltero que atracaba en Avilés
El último buque que tomó su nombre del monte ovetense fue el asfaltero "Naranco", perteneciente a la flota de la Naviera Alvargonzález, de Gijón, que navegaba bajo pabellón panameño. Este buque, que atracaba frecuentemente en el puerto de Avilés, cambió numerosas veces de nombre a lo largo de su larga vida surcando los mares, y otras tantas de armadores. Otro de los buques de Alvargonzález tomo también el nombre de una sierra cercana a Oviedo, "Aramo".
"Caleyo" y "Majoya", otros ovetenses
Los dos mercantes asturianos fueron bautizados con nombres de localidades del municipio
Dos localidades del municipio de Oviedo tuvieron también el singular honor de dar sus nombres a otros tantos barcos que se bautizaron como "Caleyo" y "Manjoya". De esta manera se sumaron a los barcos que también navegaron con el nombre de "Oviedo" o "Ciudad de Oviedo", y que fueron ampliamente tratados en un reportaje publicado por LA NUEVA ESPAÑA el 9 de marzo de 1993.
El "Caleyo" había sido construido en el año 1960 por la Sociedad Metalúrgica Duro-Felguera para su naviera, y fue vendido seis años después para incorporarse a la flota de Auxtramarsa, que lo explotó hasta el año 1978 cuando fue vendido la Compañía de Navegación Vasco Asturiana. En 1980 pasó a Naviera Albatros y un año después fue vendido a armadores extranjeros y renombrado "Stefanos" y posteriormente "Farida III". En 1989 fue desguazado en Gadani Beach.
El buque "Manjoya" fue construido en el año 1974 en los astilleros Juliana Constructora Gijonesa para Auxtramarsa, y hasta el 3 de Noviembre del 2005 navegó con este nombre, en el que fue vendido a otro armador que la bautizó como "Captain Yamak". Pero antes el "Manjoya" había cambiado el pabellón español, primero por el de Panamá y después por el de Madeira. El 30 de Mayo de 1987 colisionó con el "Esla" a 21 millas de Punta Europa.
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