Navantia busca ahora la colaboración asiática para construir el quinto gasero
El proyecto para construir en el astillero de Puerto Real un barco gasero sigue adelante. Navantia confirmó este viernes que espera «llegar a un acuerdo próximamente». La compañía ha desmentido los rumores surgidos sobre una posible paralización del proyecto, aunque reconoce que se han introducido algunas novedades en la gestión del mismo.
Así lo han precisado fuentes de Navantia, que han indicado que el proyecto «se sigue negociando» en estos momentos. Este periódico ha podido saber que la dirección de Navantia quiere ahora aplicar al contrato del gasero la misma fórmula empresarial que tanto éxito le ha dado con el acuerdo alcanzado para la construcción de cuatro barcos petroleros.
Se trata de una colaboración mixta con los astilleros asiáticos, con el objetivo prioritario de abaratar los costes de la obra. Se pretende, por tanto, llegar a un acuerdo con firmas de la industria naval de Corea o Japón, por ejemplo, para que sus astilleros participen en el proyecto poniendo los bienes de equipo y el diseño .
Navantia, por su parte, pondría la mano de obra. Esta fórmula, que ya se utiliza en Estados Unidos, ha permitido llegar a un acuerdo con el grupo vasco Ibaizabal para la construcción en las factorías de Ferrol yPuerto Real de cuatro petroleros.
La fórmula obedece a una estrategia empresarial donde los astilleros asiáticos, ante la fuerte demanda que tienen de construcción, ven con buenos ojos derivar nueva producción a las plantas europeas, pero de una forma conjunta.
El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, ante la incertidumbre abierta ahora sobre la construcción del quinto gasero, ha pedido a los trabajadores de Navantia «tranquilidad y paciencia». Ha recalcado que «siempre pido confianza en el trabajo que se está efectuando desde el Gobierno porque esa carga de trabajo va a llegar. No olvidemos que está comprometida». De Torre ha isnsistido en que la llegada de nuevos encargos a los astilleros de la Bahía será «una realidad en breve».
Cabe recordar que el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, anunció en mayo de 2014 la construcción del citado buque gasero, que daría «tres años de carga de trabajo» y conllevaría «una ocupación de dos millones de horas de trabajo» en el astillero puertorrealeño.
El proyecto del quinto gasero es fruto de un contratiempo vivido en 2013 entre los armadores de Gas Natural (Knutsen y Elcano) y el Gobierno de España. La empresa gasista española anunció su necesidad de disponer de cuatro buques gaseros para la nueva ruta abierta de transporte de gas entre Estados Unidos y Japón.
La sorpresa sobrevino cuando los dos armadores adjudicaron este contrato millonario a dos astilleros asiáticos. La excusa que dieron fue que Navantia había perdido el tren de la tecnología para la construcción de este tipo de barcos. Finalmente, el Gobierno presionó para que se contratara un quinto barco que, pese a todo, aún no se ha adjudicado, lo que ha generado una fuerte polémica en la Bahía.
Así lo han precisado fuentes de Navantia, que han indicado que el proyecto «se sigue negociando» en estos momentos. Este periódico ha podido saber que la dirección de Navantia quiere ahora aplicar al contrato del gasero la misma fórmula empresarial que tanto éxito le ha dado con el acuerdo alcanzado para la construcción de cuatro barcos petroleros.
Se trata de una colaboración mixta con los astilleros asiáticos, con el objetivo prioritario de abaratar los costes de la obra. Se pretende, por tanto, llegar a un acuerdo con firmas de la industria naval de Corea o Japón, por ejemplo, para que sus astilleros participen en el proyecto poniendo los bienes de equipo y el diseño .
Navantia, por su parte, pondría la mano de obra. Esta fórmula, que ya se utiliza en Estados Unidos, ha permitido llegar a un acuerdo con el grupo vasco Ibaizabal para la construcción en las factorías de Ferrol yPuerto Real de cuatro petroleros.
La fórmula obedece a una estrategia empresarial donde los astilleros asiáticos, ante la fuerte demanda que tienen de construcción, ven con buenos ojos derivar nueva producción a las plantas europeas, pero de una forma conjunta.
El subdelegado del Gobierno en Cádiz, Javier de Torre, ante la incertidumbre abierta ahora sobre la construcción del quinto gasero, ha pedido a los trabajadores de Navantia «tranquilidad y paciencia». Ha recalcado que «siempre pido confianza en el trabajo que se está efectuando desde el Gobierno porque esa carga de trabajo va a llegar. No olvidemos que está comprometida». De Torre ha isnsistido en que la llegada de nuevos encargos a los astilleros de la Bahía será «una realidad en breve».
Cabe recordar que el presidente de la SEPI, Ramón Aguirre, anunció en mayo de 2014 la construcción del citado buque gasero, que daría «tres años de carga de trabajo» y conllevaría «una ocupación de dos millones de horas de trabajo» en el astillero puertorrealeño.
El proyecto del quinto gasero es fruto de un contratiempo vivido en 2013 entre los armadores de Gas Natural (Knutsen y Elcano) y el Gobierno de España. La empresa gasista española anunció su necesidad de disponer de cuatro buques gaseros para la nueva ruta abierta de transporte de gas entre Estados Unidos y Japón.
La sorpresa sobrevino cuando los dos armadores adjudicaron este contrato millonario a dos astilleros asiáticos. La excusa que dieron fue que Navantia había perdido el tren de la tecnología para la construcción de este tipo de barcos. Finalmente, el Gobierno presionó para que se contratara un quinto barco que, pese a todo, aún no se ha adjudicado, lo que ha generado una fuerte polémica en la Bahía.
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