Las incógnitas del gas para los barcos
Reganosa envió ayer para su publicación en el Diario Oficial de la Comunidad Europea
(DOCE)la licitación pública para el diseño contractual de un buque de
suministro de gas natural licuado (GNL) como combustible, concurso que
se abrirá en pocos días. La empresa avanza firme en su proyecto de
transformación en un centro logístico que no solo reciba gas, sino
también lo proporcione, tanto en sus instalaciones como en alta mar, a
aquellos buques que usen el GNL para propulsarse. El navío de suministro
es una pieza clave. Sin embargo, es un proyecto a medio plazo que
precisa de garantías de existencia de una demanda que ha de producirse
después de inversiones millonarias por parte de los armadores, para
dejar de consumir fuel en sus buques y transformarlos para abastecerse
con gas.
¿Por qué se prevé aumento del consumo de GNL para transporte marítimo?
Una nueva normativa medioambiental aprobada por la
Unión Europea fija desde principios de este año unas zonas de navegación
en las que los buques tienen que reducir drásticamente sus emisiones.
Los armadores están obligados a buscar combustibles menos contaminantes,
lo que les obligará a realizar un desembolso económico millonario para
adaptar sus navíos. Un informe elaborado recientemente por Boston
Consulting Group indica que el Gas Natural Licuado será el combustible
marino del futuro, pero la posibilidad de que Europa aplique un límite
global sobre las emisiones de azufre en las mencionadas zonas a partir
del 2020 ha dilatado la toma de decisiones sobre el cambio radical de
combustible.
¿Cuáles son las opciones para cumplir con la nueva legislación?
El mencionado estudio apunta a que el GNL es la
alternativa más limpia pero el rendimiento de los motores diseñados solo
para consumirlo no está probado, como tampoco el del fuel pesado de
aceite limpiado por gases. Los aceites destilados representan la opción
más sencilla desde el punto de vista técnico pero también es la más
costosa.
¿Qué perspectivas de crecimiento tiene el GNL en este sector?
La consultora estima que crecerá en torno a un 27 %,
aunque si la aplicación del límite global de emisiones de azufre se
demora esa cifra puede rebajarse hasta el 18 %. No obstante, contempla
que si los precios del fuel pesado vuelven a caer como en el 2008, esta
opción sería la más usada y el GNL se quedaría solo en un 5 %. La
construcción de infraestructuras de abastecimiento y también la
posibilidad de que los gobiernos amparen la construcción de barcos
propulsados a gas influirá también en la elección de los armadores.
¿Qué estrategia está tomando la planta mugardesa?
Convencida de que la demanda de gas para el
transporte marítimo llegará -en estos momentos hay medio centenar de
buques propulsándose con GNL- está impulsando las infraestructuras para
satisfacer esas futuras necesidades a medio plazo. El último paso es la
licitación del diseño del buque que suministrará GNL a otros navíos, de
8.000 metros cúbicos de capacidad. Tiene un presupuesto de 100.000
euros.
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