Defensa toma el control de Navantia sin clarificar su rumbo
Los trabajadores han solicitado una reunión a la dirección de la empresa
A finales del pasado mes de marzo, Navantia nombró nuevo director del astillero de Cartagena al almirante retirado Manuel Sanjurjo Jul. Entonces, a nivel público, pocos lo sabían, pero era uno de los síntomas que indicaban por dónde iban a discurrir los nuevos designios de la compañía pública. Cuatro meses después, en plenas vacaciones de la plantilla, el 25 de julio, el Consejo de Ministros cedía todo el control político de Navantia al Ministerio de Defensa, junto con el resto del sector público empresarial que se mueve en ese ámbito. El gabinete de Pedro Morenés tiene encomendado ahora «la responsabilidad de la planificación, dirección, control y ejecución de las políticas necesarias para el fortalecimiento y consolidación del sector industrial de la defensa», aunque los derechos económicos sobre la empresa pública continuarán en el Ministerio de Hacienda. El Gobierno quiere, no obstante, que las decisiones sobre el conglomerado de empresas de este sector se tomen conjuntamente con las carteras que ostenta Cristóbal Montoro (Hacienda) y José Manuel Soria (Industria).
Pese a la ambigüedad del texto del acuerdo, el Consejo de Ministros anuncia que será el Ministerio de Defensa el que lidere «la acción de gobierno en relación con los procesos de reestructuración y consolidación de la actividad a nivel nacional e internacional». Así, podría decidir fusiones o posibles integraciones en consorcios internacionales.
La medida, de calado para la empresa pública naval que atraviesa por la peor crisis en décadas, se toma, sin embargo, sin que se haya informado de sus posibles repercusiones, y transmitido su filosofía a los representantes de los trabajadores, que ya han solicitado una reunión a la dirección de Navantia para abordar este asunto. Consultadas al respecto, fuentes oficiales del Ministerio de Defensa explicaron que por el momento no está encima de la mesa la toma de decisiones concretas sobre la empresa naval. De manera inmediata asume la representación institucional de todo el sector y también pasa a coordinar unas responsabilidades que se encontraban dispersas.
Sector estratégico
El Gobierno insiste además en que el cambio se adopta «en atención a la importancia del sector industrial de la defensa desde el punto de vista estratégico, industrial y tecnológico y de su aportación a la economía y teniendo en cuenta, por otro lado, el entorno competitivo en el que se tiene que desarrollar el sector en el futuro».
Morenés liderará los procesos de reestructuración de las firmas del sector
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