La regasificadora «hibernará» con 10 empleos
La construcción de la planta de El Musel termina después de 3 años y 380 millones de inversión, aunque la instalación permanecerá inactiva «sine die» porque el Gobierno la considera innecesaria
La construcción de la regasificadora de El Musel está a punto de concluir después de tres años de obras y de la inversión de 380 millones de euros en la infraestructura energética de mayor envergadura que se ejecuta en Asturias en décadas. Pero la planta promovida por Enagás no arrancará, estará «sine die» fuera de servicio, hasta que el Ministerio de Industria considere que su funcionamiento es necesario para el sistema gasista español. Mientras llega ese momento, entre siete y diez operarios formarán toda la plantilla de un complejo que fue concebido como clave de bóveda de la modernización del sector energético asturiano y que iba a crear al menos 120 puestos de trabajo directos.
Fuentes de Enagás confirmaron ayer que los trabajos en los terrenos ganados al mar cerca de la Campa Torres quedarán oficialmente concluidos el próximo noviembre, incluido el proceso de comprobaciones técnicas. Las obras han sido ejecutadas dentro del plazo contratado por la sociedad Duro Felguera-IHI. Están por tanto prácticamente listos los dos tanques de 50 metros de altura y cada uno con capacidad para almacenar 150.000 metros cúbicos de gas natural licuado. También lo están los equipos de regasificación y el atraque diseñado para que grandes buques metaneros descarguen gas en estado líquido que, una vez tratado en la planta, sería inyectado en la red de gasoductos.
Pero por ahora no atracará ningún barco gasero en El Musel ni está previsto que lo haga a corto plazo. Por decisión del Ministerio de Industria, la regasificadora asturiana quedará en situación técnica de «hibernación». Esto es, sin más actividad que los trabajos de mantenimiento y conservación. Lo decidió el Ministerio de Industria el pasado marzo, al considerar que el suministro de gas natural está garantizado en España sin que la planta de El Musel se ponga en funcionamiento. La actividad de una regasificadora se retribuye con cargo a la tarifa del gas. Ante el aumento de costes en el sistema y la aparición de un incipiente déficit en la tarifa gasista, el Gobierno ha frenado la entrada en servicio de varias infraestructuras, entre ellas la planta de El Musel. Esa situación no se reconsiderará hasta que la demanda lo justifique, según Industria.
La regasificadora no tendrá hasta entonces más actividad que la de conservación que realizarán entre siete y diez personas, las que Enagas considera necesarias para esa labor y para activar la instalación («enfriarla», en la jerga técnica) si fuera necesario recibir algún cargamento de gas. En condiciones normales, la plantilla de la regasificadora sería de 120 personas.
Fuente: La Nueva España
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